OXIGEN salud
Enfermedades respiratorias
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Enfermedades respiratorias
EPOC son las siglas de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica que, como su nombre indica, se trata de una patología en la que se produce una obstrucción de las vías respiratorias. En realidad, es provocada por dos enfermedades que suelen darse a la vez y agravar los síntomas: la bronquitis crónica, inflamación persistente de las vías respiratorias que produce tos y mucosidad, y el enfisema, daño y destrucción irreversible de los alveolos pulmonares que impide respirar con normalidad.
A diferencia de otras enfermedades respiratorias, es prevenible puesto que su causa principal es el tabaquismo o la exposición al humo del tabaco; también otros factores como la contaminación del aire y la exposición a sustancias tóxicas pueden causarla.
Además, las personas con EPOC tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer de pulmón, enfermedades cardíacas y otras afecciones graves.
En España la padecen unos 2,5 millones de personas, por lo que es la cuarta causa de muerte y la tercera del mundo. Su prevalencia es entre los 40 y los 80 años, aunque el grupo de edad con más afectación se sitúa en varones entre 70 y 80 años.
Aunque históricamente ha afectado tres veces más a hombres que a mujeres, el índice de afectadas es cada vez mayor dado el aumento de fumadoras de las últimas décadas.
Los signos claros de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica son la tos con esputo (producción de mocos), la dificultad para respirar, los silbidos al respirar y la sensación de presión en el pecho, además de una consecuente sensación de cansancio.
Puede diagnosticarse mediante una espirometría, prueba que también se realiza para seguir el curso de la enfermedad y de sus síntomas.
La EPOC también está en el grupo de enfermedades sin cura y de evolución progresiva. Sin embargo, existen tratamientos reducir los efectos de sus síntomas.
El principal es la administración de medicación inhalada (broncodilatadores), antibióticos o antiinflamatorios, además de las terapias respiratorias domiciliarias como la oxigenoterapia y la ventilación mecánica no invasiva (VMNI) para los casos más graves. También la rehabilitación respiratoria puede ayudar a los pacientes a llevar mejor la enfermedad.
Hábitos saludables como dejar de fumar, realizar actividad física y una buena alimentación son claves también para una mejor calidad de vida de los pacientes.
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