El nitrógeno líquido es un gas criogénico que se consigue a partir del enfriamiento del nitrógeno en estado gas. Su temperatura puede llegar a los -196 °C, por lo que permite refrigerar gran cantidad de materiales y alimentos y alargar la calidad de los productos durante más tiempo.

No es un gas tóxico, pero debe utilizarse con precaución y con las medidas de seguridad necesarias, ya que puede producir quemaduras por congelación o asfixia si se dan altas concentraciones.

Algunos de sus usos son en sectores como el alimentario, el aeronáutico o el sanitario:

• Congelación de alimentos. El nitrógeno líquido congela los alimentos de forma instantánea a muy baja temperatura, por lo que apenas pierden sus propiedades nutricionales y se garantiza la calidad de los productos durante mayor tiempo.


• Aeronáutica. En los túneles de viento se introduce este gas en estado líquido para simular las bajas temperaturas a las que pueden someterse los aviones y las aeronaves. También se usa para crear materiales muy ligeros de peso y para el mecanizado de piezas de seguridad.


• Criopreservación. Se utiliza para congelar muestras biológicas, células y tejidos, tales como sangre, semen, algunos órganos... y mantener así sus propiedades durante los traslados y hasta su uso final en pacientes o investigación.


• Coctelería. Algunos cócteles se sirven con un efecto humo o nube de vapor que dan un aspecto más decorativo y atractivo. Es importante esperar a que se evapore el nitrógeno para poder beberlos, ya que su ingesta es peligrosa.

Además de estos, se utiliza con frecuencia en la criococina, una técnica moderna de la cocina de vanguardia que da una presentación y un aspecto distinto a los platos.

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