Fecha de publicación
1 noviembre 2014
La EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) se caracteriza por una limitación crónica al flujo respiratorio que, por lo general, es progresiva. Se asocia con una respuesta inflamatoria anormal a partículas o gases nocivos, especialmente a la inhalación de humo de tabaco. Por lo tanto, se trata de una enfermedad prevenible y tratable.
La EPOC es una de las enfermedades más prevalentes en la población general: afecta al 9% de la población española comprendida entre 40 y 69 años, siendo mayor la prevalencia en edades avanzadas de la vida. Es más frecuente en hombres, por su mayor exposición al tabaco, aunque está aumentando en las mujeres en los últimos años, como consecuencia del aumento en la proporción de fumadoras. La EPOC se considera la 4ª causa mundial de muerte.
Debe sospecharse en todo paciente mayor de 35 años, sobre todo expuesto a tabaco, que presente tos, expectoración, bronquitis de repetición o sensación de ahogo de larga evolución. Para la confirmación y establecer la gravedad de la enfermedad es imprescindible la espirometría, que demostrará obstrucción en las vías aéreas no reversible.
Los medicamentos más útiles son los broncodilatadores, siendo la vía inhalada la de elección.
Tan importante como el tratamiento farmacológico son las medidas no farmacológicas: deshabituación tabáquica, rehabilitación y fisioterapia respiratoria y oxigenoterapia crónica domiciliaria.
La oxigenoterapia crónica domiciliaria (OCD) junto con el abandono del tabaco son las dos únicas medidas que mejoran la supervivencia de la EPOC. Para conseguir los efectos de la OCD es necesario un uso mínimo de 15 horas al día.
La Iniciativa Mundial contra la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (GOLD) organiza el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) el segundo o tercer miércoles de noviembre. Durante este día, se promueve la comprensión de la enfermada y una mejor atención a los pacientes.