COVID-19

¿Qué es la COVID-19?

La COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus SARS-CoV-2 que fue detectada por primera vez en China a finales de 2019 y en 2020 se expandió por todo el mundo, causando una pandemia y una consecuente crisis sanitaria y económica. Aunque la mayoría de personas contagiadas pasa la enfermedad con un cuadro leve (el 80% según la OMS) o asintomático, puede llegar a provocar complicaciones graves en las vías respiratorias, sobre todo en los pulmones, hasta llegar a causar la muerte.

Este virus se transmite fácilmente por las gotículas o partículas respiratorias que quedan suspendidas en el aire al toser, estornudar, hablar… una persona infectada y, con menos probabilidad, por contacto con superficies contaminadas.

¿A quién afecta la COVID-19?

El coronavirus puede ser contraído por personas de cualquier edad. El grupo de edad con mayor afectación es el de mayores de 60 años y la tasa de mortalidad aumenta en las personas mayores de 80 años. Por el contrario, los niños y niñas son el colectivo que acusa menos gravedad y mortalidad, con cuadros prácticamente asíntomáticos o muy leves.

También se consideran personas vulnerables las embarazadas y las personas con patologías previas graves como cáncer, hipertensión arterial, problemas cardíacos o pulmonares, obesidad o diabetes, ya que todas ellas corren más riesgo de desarrollar síntomas graves.

Síntomas de la COVID-19

Los síntomas de la COVID-19 han ido cambiando desde sus inicios dada la evolución del virus y las distintas variantes que han ido surgiendo. Sin embargo, se pueden resumir en dos grupos, en función del grado de la sintomatología leve o grave.

Síntomas leves:

• Fiebre y escalofríos
• Tos
• Mucosidad
• Dolor de garganta
• Fatiga o cansancio
• Dolor muscular
• Dolor de cabeza
• Pérdida del gusto o del olfato
• Náuseas, vómitos y diarrea
• Conjuntivitis

Síntomas graves:

• Falta de aire o dificultad para respirar
• Insuficiencia respiratoria
• Septicemia
• Tromboembolia

En caso de notar alguno de estos síntomas, se recomienda hacerse una prueba de detección como un test de antígenos rápido (TAR) o una prueba PCR para confirmar el posible contagio y hacer el seguimiento pertinente en cada caso.

Tratamiento de la COVID-19

Por el momento, no hay tratamientos autorizados y aplicados para la COVID-19, aunque ya hay varios avances en el sector. Se prescriben ciertos medicamentos para paliar los efectos y se recomienda la ingesta de líquidos y el reposo para los casos leves y moderados. En los casos más graves, los pacientes requieren ingreso hospitalario e, incluso, ventilación mecánica o intubación en UCI.

Al tratarse de un virus contagioso, el mejor tratamiento que se ha establecido para la COVID-9 es la prevención. Durante toda la pandemia, se han marcado protocolos sanitarios que hacen hincapié en el uso de mascarillas, ventilación de los espacios cerrados, higiene de manos, reducción de la vida social y distancia física mínima entre personas.

Las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación con alguna de las vacunas aprobadas por las agencias de medicamentos para contribuir a la inmunidad de grupo y evitar casos graves de la enfermedad.