Fecha de publicación
01 Marzo 2015
El Síndrome de Apnea-Hipoapnea del Sueño (SAHS) es una alteración corriente que afecta aproximadamente al 2-4% de la población adulta. Este síndrome muestra una prevalencia mayor en los niños con síndrome de Down (30-45%) que en los niños del resto de la población (2-3%). Sin embargo, se trata de una enfermedad infradiagnosticada en estos pacientes, ya que con frecuencia los padres no suelen referir ningún trastorno al dormir.
Las personas con síndrome de Down tienen mayor predisposición a padecer SAHS debido a que tienen un espacio faríngeo muy reducido. Conforme crecen, los niños con síndrome de Down conservan sus anomalías anatómicas y la hipotonía generalizada. A eso se suma el mayor riesgo de desarrollar hipotiroidismo y obesidad o sobrepeso, que son también factores de riesgo para el SAHS. Además, la tendencia a presentar SAHS aumenta con la edad.
A diferencia de lo que ocurre en los niños con síndrome de Down, son muy escasos los estudios que evalúan el SAHS en los adultos con síndrome de Down. Existen aún muchas dudas acerca de esta enfermedad en la edad adulta.
La presencia de SAHS en estos pacientes se relaciona con trastornos en el aprendizaje. Por lo tanto, son importantes la detección y el tratamiento precoces. En relación a la aparición de un deterioro intelectual en la edad adulta, debería descartarse que no padeciera SAHS.
Dado que la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down es menor que en el resto de la población, y que el SAHS, a su vez, se asocia a un aumento de la mortalidad por complicaciones cardiovasculares (hipertensión arterial, hipertensión pulmonar, insuficiencia cardiaca, arritmias cardiacas e ictus), sería conveniente también descartar SAHS en estos pacientes. Su tratamiento reduciría el riesgo de las complicaciones cardiovasculares.
Es importante que los pediatras conozcan dichas manifestaciones para contribuir a un diagnóstico y tratamiento temprano, que mejore de forma significativa de la calidad de vida de estos pacientes.
El 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down. La Asamblea General de las Naciones Unidas designó esta fecha en 2011 con el objetivo de “aumentar la conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades”, según explican desde la organización internacional.