Fecha de publicación
1 abril 2017
La enfermedad del Párkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso central y que padecen entre 120.000 y 150.000 personas en España, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). Es una enfermedad crónica y progresiva que provoca, entre otros síntomas, trastornos de movimiento. Esta afectación al sistema motor hace que, en algún momento del desarrollo de este mal, las personas con Párkinson tiendan a sufrir alteraciones del sueño.
Los trastornos del sueño en enfermos con Párkinson pueden ser debidos a la propia enfermedad, que puede producir movimientos frecuentes impidiendo descansar correctamente, o bien como consecuencia de los fármacos ingeridos durante el tratamiento. Los más frecuentes son insomnio, hipersomnia diurna, ataques de sueño, síndrome de piernas inquietas, etc. Los porcentajes de prevalencia de estos trastornos son elevados y aumentan a medida que avanzan la enfermedad y sus efectos.
Pero no solo el Párkinson puede provocar alteraciones graves del sueño, sino que, a la inversa, las personas que sufren estas alteraciones frecuentes en la fase REM (una de las fases del sueño), tienen un alto riesgo de padecer Párkinson o alguna otra enfermedad neurodegenerativa a partir de los 60 años. OXIGEN salud recuerda la importancia de tener un buen descanso para evitar la aparición de enfermedades como el Párkinson y de otros tipos (cardiovasculares, diabetes…). Además, ofrece tratamientos personalizados para paliar los efectos de la enfermedad. El Párkinson no afecta por igual a todas las personas, por lo que cada enfermo requiere un tratamiento específico, en función de los síntomas y de la fase de la EP en la que se encuentre.
El 11 de abril de cada año se celebra el Día Mundial del Párkinson. Es el día en el que organizaciones y fundaciones trabajan por concienciar al mundo de esta enfermedad que se diagnosticó por primera vez hace 200 años y de la que, en la actualidad, continúa sin tenerse un alto grado de conocimiento ni cura, por lo que los tratamientos, aplicados a través de fármacos, simplemente ayudan a reducir los síntomas y a mejorar ciertos movimientos de los afectados.
Fuente: redacción propia.