OXIGEN salud
Ventilación mecánica
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Ventilación mecánica
La Ventilación Mecánica No Invasiva (VMNI) es un tratamiento de presión positiva en el que el paciente se conecta al ventilador mediante una interfaz unida a un tubo. Las interfaces incluyen una amplia gama de mascarillas nasales, orales o faciales, almohadas nasales (pequeñas almohadillas que encajan en las fosas nasales) y boquillas, sellos labiales u otros aparatos bucales. Las mascarillas nasales y faciales se pueden incluso fabricar a medida, aunque la amplia variedad y calidad de mascarillas estándar manufacturadas existente actualmente en el mercado hace que estas últimas sean las más utilizadas con diferencia.
La ventaja principal de la ventilación mecánica no invasiva (VMNI) es que evita la necesidad de crear una abertura en el cuello (traqueostomía) que puede convertirse en un lugar de infección e irritación; además, permite hablar y tragar con normalidad (si no está afectado por enfermedad neuromuscular); preserva el sentido del gusto y el olfato; y reduce la necesidad de asistente personal, cuidadores familiares o cuidados de enfermería relacionados.
La desventaja más importante consiste en tener la boca y/o la nariz cubiertas por la interfaz, pero también la posible obstrucción de las vías aéreas superiores, incapacidad o claustrofobia para tolerar la máscara y problemas de seguridad si se necesita ventilación mecánica total 24 horas. La VMNI puede no ser eficaz cuando las secreciones son abundantes y cuando hay un deterioro progresivo de los músculos responsables de la deglución, el habla y la tos, es decir, bajo afectación bulbar. Por tanto, una tos eficaz para eliminar las secreciones es vital para el éxito de la VMNI.
La elección del tipo de mascarilla es de suma importancia, tanto para la adaptación, como para la eficacia de la ventilación. Es importante que:
La mascarilla nasal ofrece, como ventajas, su fácil manejo, que provoca menor claustrofobia, permite que el paciente pueda expectorar sin quitarse la mascarilla y, en caso de vómitos, las posibles complicaciones son menores. Además, añade un espacio muerto pequeño debido a su reducido tamaño. No obstante, un problema importante son las fugas por mal sellado de la interfaz, que debe evitarse con un buen ajuste mediante la sujeción con gorro o arnés de la mascarilla, o bien por fuga oral, que en ocasiones puede solucionarse utilizando un arnés de mentón o una mascarilla oronasal.
La mascarilla oronasal o facial, al cubrir a la vez la nariz y la boca, ofrece como principal ventaja evitar la fuga oral en los pacientes con respiración oral. Además, permite ofrecer presiones de soporte mayores con menor fuga y, a su vez, requiere una colaboración menor por parte del paciente. Los inconvenientes de la mascarilla facial son que resulta más incomoda y voluminosa, lo que provocará claustrofobia con frecuencia, y que aporta un mayor espacio muerto. Además, en ocasiones puede generar fugas por una mala congruencia entre la mascarilla y la cara del paciente.
La pieza bucal facilita la comunicación y el aclaramiento de las secreciones. Sin embargo, se han descrito efectos adversos, como la sequedad de boca, el riesgo mayor de aspiración, la alteración de la oclusión dental y problemas en la articulación temporomandibular. Son especialmente útiles en las situaciones de gran dependencia al ventilador. No obstante, difícilmente puede tolerarse más de 16 h/día.
Para llevar a cabo este tratamiento de ventiloterapia no invasiva con soporte ventilatorio parcial es necesario:
Colocar el ventilador sobre la mesita de noche, cerca de la cabecera de la cama, de manera que no pueda caerse mientras duerme. Tener cuidado de no colocar el equipo en un lugar en el que pueda ser golpeado o donde alguien pueda tropezar con el cable de alimentación.
Asegurarse de que el área de alrededor del generador de aire esté limpia y seca. El equipo debe ubicarse sin que nada obstruya la entrada de aire situada en la parte posterior del ventilador. Conectar un extremo del cable de alimentación al ventilador, y el otro extremo a una toma de corriente.
Para verificar que el ventilador está conectado a la red debe visualizarse un piloto luminoso*. Conectar la tubuladura a la interfaz y al humidificador, si la prescripción médica así lo indica.
El tratamiento puede resultar más cómodo si se utiliza un humidificador que aporte humedad al aire que respira. El depósito del humidificador, que se conecta al ventilador, debe llenarse con agua destilada hasta la marca correspondiente. Cada vez que se traslade el ventilador de ubicación, primero se debe vaciar el agua que quede y, después, desconectar el humidificador.
* Según el modelo de equipo. Consultar el manual de instrucciones.
Existen dos tipos de mascarillas:
Mascarilla NASAL
Mascarilla BUCONASAL
Desconectar el broche inferior del arnés, sostener la mascarilla sobre la nariz y ponerse el arnés tirando de él por encima de la cabeza. Comprobar que las cintas no están torcidas.
Volver a conectar el broche inferior del arnés y asegurarse de que encaje en su lugar.
Ajustar las correas superiores de modo parejo. No dejarlas demasiado tirantes. Ajustar las correas inferiores hasta dejarlas en una posición que resulte cómoda.
Conectar un extremo del tubo de aire a la mascarilla y el otro extremo al ventilador.
Encender el equipo y respirar normalmente.
Ajustar las correas para corregir las fugas.
Acostarse y acomodarse el tubo de aire de forma que pueda moverse libremente si se da la vuelta mientras duerme.
La mascarilla que OXIGEN salud proporciona no necesita el reajuste del arnés cada vez que se utilice. El personal asistencial la ajustará en el momento de la instalación del equipo.
El personal asistencial de OXIGEN salud realizará una revisión del equipo periódicamente. No obstante, recomendamos seguir las normas de higiene y limpieza que se describen a continuación, que harán más confortable el tratamiento y alargarán la vida del equipo.
Antes de irse a dormir, lavarse la cara. Así se eliminará la grasa de la cara antes de colocarse la mascarilla.
Lavar diariamente la mascarilla con agua y jabón suave. Enjuagarla bien y dejarla secar. Guardar en un lugar limpio y seco.
El arnés para la cabeza puede lavarse con la ropa en la lavadora.
Lavar el tubo de aire con agua tibia y jabón suave. Enjuagarlo bien, colgarlo y dejarlo secar (no colgarlo en el exterior, ya que el material plástico se deterioraría). Guardar en un lugar limpio y seco.
Si un paciente tiene que viajar, puede hacerlo sin problemas. Deberá comunicarlo siempre a OXIGEN salud y seguir las normas de la compañía de transporte que vaya a usar.
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